jueves, 27 de diciembre de 2012

Folk Kong

Padre de S. y E.(Sí, hoy contamos con un invitado especial) - ¿Habéis visto la catedral con los andamios?

S.- Sí, parece el Empire State, mola un montón.

P.- Si, sí, a ver si voy a hacer unas fotos.

E.- ¿Habláis de la catedral de aquí, de la nuestra?

S.- Síiiii, ¿no la has visto? Sólo le falta King Kong

E.- Hagamos un montaje con photoshop. ¡No, mejor! ¡¡¡Que el Mariquelo se vista de King Kong!!!¿Cuántos años lleva subiendo a la catedral?¿Cómo es posible que no se haya disfrazado de King Kong todavía? ¿Está bobo ese hombre?



En este momento la conversación intenta desviarse. Padre de S. y E. aporta datos históricos, pero E. sigue obcecada. Ni terremoto de Lisboa ni lechugas. Eso no interesa a nadie.

E.- ¿Y si le mandamos un disfraz de King Kong?

S.- Podemos hacerlo, pero mejor en las fechas próximas a la subida, para que no le cueste hilar al hombre.

P.- Podéis mandarle también la escena de la peli. Así, por pistas.

E.- Pues sí, porque si no igual le llega un disfraz de mono y dice ola k ase.



domingo, 16 de diciembre de 2012

Paranoia y Albal siempre van unidos

S.- Jolín, la tele qué mierda es, ¿no? Yo a las horas que la pongo siempre hay lo mismo y todo es una basura. Antes pillaba Hora de Aventuras a todas horas, pero ahora he cambiado la hora de comer y sólo están los vecinos esos todo el rato. Esta noche hasta me he soñado con ellos. Basta ya. 


E.- ¡Ya te digo! Yo el otro día pensé, y juro que sólo LO PENSÉ, ¿eh? De verdad. No se lo dije a nadie, ni lo escribí ni nada, en serio. Sólo PENSÉ que me molaría saber qué hay cada día porque no tengo ni idea de qué ponen los lunes ni los martes y así y bueno, PENSÉ que estaría bien saberlo por si me quiero enganchar a algo pues saber cuándo es. 
S.- ¿Y? 
E.- Pues que al día siguiente a primera hora de la mañana recibí un e-mail informándome de la programación. ¡Pero te juro que no sé por qué! Yo no me he suscrito a nada y sólo LO PENSÉ, de verdad! 
S.- ¡Pero qué miedo! ¿Quién te manda esoooo? 
E.- ¡No sé! – E. procede a enseñarle el mail a S. por si dudaba de su historia para no dormir. El remitente no es nadie más que un tal Programación de apellido Tv – Y es que encima no te creas que me mandan la programación en general, nooooo! Me mandan lo que echan a partir de las 10. Y desde ese día me llega tooooodas las mañanas. 
S.- ¿Crees que Zuckerberg se ha metido con su copa de coñac en tu cerebro? 
E.- No lo sé pero creo que voy a empezar a ponerme papel albal en la cabeza. Voy a ser una de esas personas. 

Zuckerberg o la liga de beisbol controlan nuestros pensamientos

S.- Pero, ¿cómo es posible? Porque yo entiendo que a partir de las conversaciones pues cojan palabras y te pongan anuncios relacionados, ¿no? A mí hubo una época que tanto hablar de bodas pues sólo me salían anuncios de anillos y lunas de miel y así… y cuando pasaron un par de meses me salían de bebés y cunas. Supongo que porque sería el ciclo natural del supuesto asunto. 
E.- Ya, pero es que yo sólo LO PENSÉ. Voy a ver qué me anuncian ahora… - E. comprueba la barra lateral de su Facebook - ¡Dios! No tengo ni un anuncio!!! Claro, como me leen el cerebro ya no les hace falta!!!!


martes, 11 de diciembre de 2012

El WASSAP motherfuckers





Caminando por la calle laralaláaa iban las Pacho debatiendo sobre la tecnología, la hipercomunicación y la estupidez humana, temas que siempre nos gustan. El origen, una familia amante de las teclas y los colorines.

S. – He conocido a un gnoooooooor y a su padre.
E. - ¿Padre gnor?
S. – No, padre majete. Es un señor ultrafeliz y campechano con sus rituales superrutinarios como tomarse dos cafés al día más o menos a la misma hora. Y juega a las tragaperras. Siempre. Todos los días. Es fuerte porque el hijo con 25 años menos se le ve que va exactamente por el mismo camino, sus dos cafés al día, su partida, sus cosas de gnor. Lo peor es que está todo el día conectado a su tablet contando a quien quiera escuchar (o no tenga más remedio) curiosidades de interné, o lo que es lo mismo, datos estúpidos.
E.- ¿Pero en qué plan?
S. – En plan un orangután en la China mea al año 300 veces su peso. O un mapache en la India ha aprendido a escribir sánscrito.
E.- ¡Qué pesaooooooooooo!



S.- Y no contento con eso, el otro día se puso en plan pecho palomo a decir que no había mirado en móvil en no sé cuánto rato y tenía la asombrosa cantidad de ¡6! mensajes de wasap.
E.- Pero ¿por quéeeeeeee hace eso la gente?! – E. renuncia a tener wasap, lo que muchas veces atrae como moscas a listillos que, como el gnor que nos ocupa, se pavonean de los cienes y cienes de mensajes que tienen. Ella sabe que eso es bien normal, pero no rechista. Asiente y sonríe. – ¡Hay muchas personas que hacen eso! (No daremos nombres para evitaros los tomatazos callejeros, presumiditos.)
S.- Es que no entiendo yo tampoco, qué necesidad.
La culpa es de la caca.

E.- Había unas chicas detrás de mi en el bus que tenían todo, ¡TODO! Iban diciendo: “Pues el otro día vi por Tuenti…”, “Me mandó un privado por Facebook…”, “Me escribió un wasap y me dijo…”, “Me mencionó por Twitter…”, “Le mandé un mensaje para felicitarle…”, “Tía, qué fuerte, ¿le mandaste un mensaje?”, “Sí, tía”. Puf, me da agobio de pensarlo, ¿te imaginas nuestros 15 años así?

Seguro que nos hubiera pasado algo así...
S. – La verdad es que desde que fuimos adolescentes han cambiado muchísimo las cosas – Momento abuelo Cebolleta que apunta a que nos vamos haciendo mayores, claramente- pero me acuerdo de las vueltas que dábamos al parque si un día no nos encontrábamos con Fulanito - (póngase aquí el nombre del que fuera motivo de los suspiros de S. en ese momento) – y empezabas a imaginar: ¿estará en el pueblo?, ¿le habrán castigado?, ¿se habrá muerto? - este punto drama aún no lo ha perdido. 


E.- Puf, ¿y cuando tenías que llamar por teléfono a un chico, o él te llamaba a ti? Cotillismo y guasita en casa uuuuuuuuuuhhhh te llama un chicoooo uhhhh quién eeeees… aunque fuera el feo de clase para hacer un trabajo. Esas cosas se han perdido, ya no hay esa valentía.
S.- Ya, ahora un puto wasap y ale, ya está hecho.
E.- Pues yo me alegro de haber vivido así mis 15.
S.- Pues yo seguro que hubiera ligado más.
E.- A lo mejor, pero menuda calidad chunga de ligoteo.


Para que veáis, no se ha mencionado un solo gato en toda la conversación. A veces, las Pacho saben hablar de otras cosas.