A veces ocurren fenómenos paranormales en los encuentros cibernéticos de las Pacho. Sí, amigos de la nave del misterio, a veces, E. adquiere distintas formas, se deja poseer por otras almas y cuerpos de aspecto siniestro y antipatía extrema… Preparaos para adentraros en esta pequeña historia del día que E. se convirtió en Z. (relámpago que cae y sonido de trueno).
S.-Mira: http://www.haztevegetariano.com/receta/4133/espaguetis_de_calabacin_a_la_carbonara - Una vez más, S. vegetarianizando al mundo y preocupándose por la amenaza de invasión de los triglicéridos en cuerpos ajenos.
E.- Ahí falta cádaver. Eso dice tu cu pesao – Ese “cu” es la Z. de la que os hablaba. No le perdáis de vista.
S.- Dile que cambie de disco, que este ya está rayao
E.- Y encima con calabacín ya no te digo más. Pero a mí me parece muy bien y de hecho me ha hecho salivar eso.
S.- ¿No le gusta?
E.- No le gusta, pero a mí sí.
S.- Pues pasamos de él. Yo te lo he pasado a ti, no a él. Que le den pomada.
E.- Hombre pues claramente que le den, sí.
S.- Pero dile que no llore luego.
E. (¿o debería decir…Z.?)- Le falta cadáver y le sobra calabacíííííííííííííííííííín
S.- A él sí que le sobra calabacín. Vaya calabacín mental se tiene – S. aún no sabe lo que le aguarda. Pobre inocente.
E.- Aquí van a haber hondonadas de hostias – Está claro, E. ya no es E. E. nunca amenazaría de esta manera a su pequeña y dulce hermana que tanto la venera. Sólo cabe una explicación: Z., ese despiadado ser que habita con E., la ha poseído...
S.- Sigh
Z.- Pisaverde, comeflores
S.- Imbéciiiiiiiiiiiiiiiiiiiil
Z.- Talibán
S.- Ui lo que me dice!
A partir de aquí comienza la más brutal, sangrienta y atroz batalla que haya conocido alguna vez el chat de Facebook. De hecho, la peor que haya conocido cualquier chat del universo.
Advertimos que lo que sigue puede herir sensibilidades.
E. (al fin ha vuelto!)- Os lo pasáis pirata mientras me ducho, ¿eh?
S.- Ha empezado él.
E.- Ya lo sé. Y se lo está pasando pipa.
S.- Su karma se lo hará pagar
E.- Y ahora va y se come una ensalada después de llorar tanto.
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| Z. quiere ser vegetariano aunque no lo reconozca |
Me gustaría decir que ningún vegetariano ha sufrido daños durante la redacción de este post, pero lo cierto es que el monstruo carnívoro (y caníbal también, por qué no), al enterarse de que iba a ser la estrella invitada de estas Caries, ha enviado este bonito regalo a S., que, preocupada por su salud, le había recomendado el consumo de quinoa. Esta guerra no ha terminado, me temo.
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